En teoría cuando solicitamos “x” estudio de laboratorio esperamos que el resultado que nos arroje nos oriente o ayude para establecer el diagnóstico o tratamiento de nuestro paciente, pero que sucede cuando este resultado es deficiente, de dudosa calidad o erróneo.
Estudios de laboratorio
El médico la mayoría de las veces confía en un resultado que el precisamente solicitó como auxiliar diagnóstico, si a esto le sumamos que cada vez en la medicina nos ocupamos menos en revisar al paciente y nos basamos en estudios de imagen o laboratorio, la mayoría de las veces esto terminará con un mal diagnóstico o la administración de un tratamiento inadecuado en nuestro paciente que podría trae graves consecuencias.
Mi especialidad es la infectología pediátrica y dentro de mi formación llevé varias rotaciones por los servicios de laboratorio de bacteriología, parasitología, virología y micología, conozco toda la teoría y la práctica desde la recolección de la muestra, transporte, procesamiento, tinciones, identificación de microorganismos, emisión de resultados, etc., por ello puedo darme cuenta de varios errores que continuamente llegan en los reportes principalmente de bacteriología.
Tal vez yo por mi formación note los errores en los reportes de cultivos y otras muestras bacteriológicas, pero probablemente yo cometa errores similares con resultados de otras áreas como alergología, endocrinología o gastroenterología. Así pues para que exista una mala influencia de un resultado de laboratorio mal elaborado no solo debe existir una falla por parte de este, también debe existir algo de ignorancia por parte del médico que recibe el resultado, ya que finalmente es él el que deberá interpretarlo.
A continuación voy a exponer un ejemplo de un mal resultado de laboratorio, en este caso un cultivo de una muestra de tejido y como podría influenciar en un tratamiento inadecuado
Analizando un resultado de laboratorio
Origen de la muestra
Hay que analizar desde el sitio u origen de la muestra, que tipo de tejido es y donde estaba localizado, ya que si se trata de un tejido expuesto como una herida superficial infectada, esta puede colonizarse y el microorganismo que aislemos no precisamente puede ser la etiología de la infección.
Ortografía al escribir el resultado
Así como como una buena ortografía habla bien de cualquier persona, en el caso de los médicos el escribir correctamente toda la terminología y nombres de enfermedades o síndromes raros habla bien de él, lo mismo para los nombres de bacterias, virus hongos y otros microorganismos (nombres científicos).
La bacteria se llama Pseudomonas y no Pseudomona, es como el nombre femenino de Mercedes, termina en “s” aunque sea solo una no se le llama Merecede.
Todos los nombres científicos se escriben con letra cursiva, en su defecto subrayados.
El hecho que un laboratorio no sea capaz de identificar la especie de Pseudomonas que reporta deja mucho que desear.
Reportando las resistencias bacterianas (antibiograma)
Existen 2 tipos de resistencias bacterianas:
a.- la intrínseca (natural o innata) es decir que determinada especie bacteriana siempre será resiste a determinado grupo de antibióticos, por ejemplo una enterobacteria como Escherichia coli nunca será susceptible a la acción de la vancomicina o eritromicina.
b.- La adquirida, aquí determinada bacteria puede ser sensible a un antibiótico, pero por el uso indiscriminado de antibióticos esta aprende a hacerse resistente, por ejemplo Staphylococcus aureus para Dicloxacilina.
Así para cada microorganismo aislado conviene realizar un antibiograma con determinados antibióticos, y no utilizar solo los que tengamos a la mano o los que nos venga en gana.
En el caso específico de Pseudomonas sp. solo es susceptible a determinados antibióticos con actividad antipseudomonas.
- Aminoglicosidos (gentamicina, amikacina, tobramicina)
- Quinolonas (ciprofloxacino, levofloxacino )
- Cefalosporinas (ceftazidima, cefepima, cefpiroma)
- Ureidopenicilinas (piperacilina, ticarcilina, carbenicilina)
- Carbapenem (meropenem, imipenem)
- Polimixinas (polimixina B, colistina)
- Monobactamos (aztreonam)
Si observamos la lista de antibióticos usados para el antibiograma en cuestión no esperamos que Pseudomonas sea sensible a ampicilina, cefalotina, cefaotaxima, dicloxacilina, eritromicina, trimetoprim –sulfametoxazol, penicilina, vancomicina, tetraciclinas ni clindamicina, con resistencia intrínseca para la mayoría de estos antibióticos, y aunque resultara sensible, es desaconsejable la utilización de ellos para el tratamiento de una infección por Pseudomonas.
De toda la lista solo usaron 2 antibióticos contra Pseudomonas gentamicina y ciprofloxacino, para los cuales resultó sensible y faltó analizar todos los demás antibióticos con actividad antipseudomonas que hubieran sido de mayor utilidad que los reportados.
Mal interpretando el reporte de laboratorio
El dia que salió el resultado del cultivo me abordó la pediatra de la sala alarmada por que la “pseudomona” era muy resistente a todos los antibióticos, le explique la “Pseudomonas” era sensible a los únicos 2 antibióticos a los que debería ser sensible, y que posiblemente si se hubieran utilizado otros antibióticos antipseudomonas en el antibiograma, podrían también haber resultado sensibles, pero eso nunca lo sabríamos.
Este resultado de cultivo deficiente en todos los aspectos para mí, si bien nos decía que la paciente tenía una posible infección por Pseudomonas sp. nos ponía una limitante al solo poder utilizar 2 antibióticos para su tratamiento (recordar que no se recomienda monoterapia para infecciones por Pseudomonas), al menos con “seguridad” ya que desconocíamos la susceptibilidad para los demás.
Ahora imaginemos que nuestra paciente efectivamente tiene una infección por Pseudomonas y con este resultado a alguien se le ocurriera dejar un manejo con monoterpaia a base de clindamicina.

Soy el Dr. Víctor Hugo Espinoza Román, infectólogo Pediatra, Egresado del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” realizando en este Hospital las especialidades de Pediatría e Infectología Pediátrica, a 10 años de iniciados los blogs infectologiapediatrica.com y tu-pediatra.com donde trato de poner información útil y confiable al alcance de médicos y padres de familia